Los peores presagios se cumplieron. El cuerpo del exatleta Benjamín González, desaparecido desde el sábado en la zona de la cantera de Atxarte, fue hallado ayer en una zona abrupta y rocosa del monte Alluitz, en Abadiño. El montañero pudo haber caído al vacío desde una altura de unos 20 metros, según relataron ayer algunos de los participantes en las labores de búsqueda.

El cadáver fue localizado sobre las 17.00 horas en la vertiente sur del monte Alluitz. La zona ya había sido rastreada por el operativo que, desde el sábado por la noche, intentaba localizar a González. "Ha habido gente que ha pasado muy cerca de donde estaba y no le han visto. No era fácil distinguirle", explicaba uno de los miembros del operativo, que desde hacía tres días peinaba intensamente la crestería cercana a la cantera de Atxarte, donde el fallecido había dejado aparcado su coche. Esta zona montañosa es un destino popular entre los aficionados a la escalada y el montañismo, no exenta de peligro al contar con varias crestas, zonas de roca irregulares y trepadas expuestas al vacío.

Finalmente, fueron los agentes a bordo del helicóptero de la Er-tzaintza -que ayer se pudo reincorporar a las labores de búsqueda después de que el lunes el mal tiempo impidiera rastrear la zona- quienes localizaron el cuerpo sin vida del montañero, en el collado de Artola, una zona rocosa de difícil acceso entre los picos Alluitz y Aitx- Txiki.

Las primeras hipótesis apuntan a que el montañero se precipitó al vacío desde una altura de unos 20 metros y, a la espera de los resultados de la autopsia que determine con exactitud las causas de su muerte, pudo fallecer en el acto.

Móvil apagado Los miembros del equipo de rescate -un operativo en el que participaron amigos, familiares y miembros de la Federación Vasca de Montaña, el club Alpino Tabira de Durango, Cruz Roja y DYA- rastrearon ayer, por tercer día consecutivo, la amplia zona en la que se pensaba que se podía encontrar González, una basta extensión que comprende la Gran Diagonal; los picos de Aitx-Txiki, Unzilatx y Alluitz, los diferentes espolones que existen por la zona o Txakurzulo. Durante el día de ayer, la búsqueda se amplió hacia la zona de Mañaria e Izurtza, ya que la señal de su móvil daba a entender que se encontraba allí.

Una de las circunstancias que más ha complicado su búsqueda, además de la lluvia y la niebla, es que no se sabía a qué zona de la amplia crestería se había dirigido. Su móvil daba señal hasta el lunes, aunque no se obtenía respuesta, lo que llevó al operativo a pensar que se encontraba en una zona alta, ya que en los tramos bajos no hay cobertura.

Algunos miembros de este equipo criticaron ayer con dureza el tiempo que tardó la operadora telefónica en facilitar -se necesita una orden administrativa para ello- los datos de triangulación del móvil, es decir, desde qué antena se repetía la señal, algo que hubiera permitido localizar al exatleta de forma más rápida. Solo a última hora del lunes trascendió que se utilizaba la antena de Mañaria; para cuando esta información llegó al operativo, el móvil ya se había quedado sin batería.

Olímpico en Moscú y Los Ángeles, Benjamín González estaba separado de la vecina de Durango Nerea Etxegibel, también atleta de élite durante muchos años a quien había conocido estudiando en Madrid. Aunque actualmente residía en la capital del Estado, había viajado hasta esta localidad vizcaina el fin de semana para ver a sus hijas. El sábado por la mañana subió al monte, aunque anunció que estaría de vuelta a la hora de comer. A última hora de la tarde, y viendo que no regresaba, su familia alertó de su desaparición.

Fuente: deia.com